Comité interinstitucional capacita en ciudades seguras

Durante 45 meses, autoridades y ciudadanía de los cantones Atacames (Esmeraldas), Salinas (Santa Elena) y Portoviejo recibirán capacitación con el objetivo de formar ciudades seguras y resilientes contra eventuales desastres, como terremotos y tsunamis.

Édgar Ávalos, funcionario del Miduvi, explica a los asistentes la importancia de la capacitación en seguridad.

Esta es la finalidad del proyecto construcción de ciudades seguras que, con la asistencia de la Agencia Internacional de Cooperación del Japón (JICA por sus siglas en ingles), empezó ayer el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi) y la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, con los alcaldes de los cantones mencionados.

En esta etapa de capacitación, a la que también asisten delegados del Instituto Geofísico, Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), colegios de profesionales, entre otros, se establecerán líneas base que luego se multiplicarán al resto de municipios.

Édgar Ávalos, viceministro de Desarrollo Urbano y Vivienda, indicó que se trata de un trabajo interinstitucional para lograr la cooperación adecuada, por la seguridad de todos los sistemas constructivos.

“En ese sentido estamos involucrando a todos los GAD municipales, empresa privada y los acuerdos público-privados para trabajar por la seguridad de las construcciones e implementar ciudades sostenibles, sustentables y seguras”.

Sostuvo que las capacitaciones se mantendrán mientras se realizan construcciones y se generen nuevos asentamientos humanos que deberán incorporarse al componente de seguridad y resiliencia.

Ricardo Peñaherrera, subsecretario de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, sostuvo que se escogieron las ciudades anotadas porque pretenden enfocarse en el tema de riesgos de tsunamis y terremotos.

La idea, añadió, es que la metodología se repita en otras ciudades y para ello se capacitará en ejes, como evacuación, simulacros en zonas turísticas, ayuda a municipios en la planificación para reducir riesgos y el control de las construcciones. (I)

Fuente. El Telégrafo