Unidad de Innovación y Tranferencia de Conocimiento y Tecnología

En un mundo globalizado, con una Latinoamérica productora de bienes de bajo valor agregado y un país representado económicamente por oligopolios, con fuertes exigencias de una alta competitividad en materia tecnológica para enfrentar las necesidades urgentes y los cambios de la sociedad, es trascendental que la universidad enfrente estos retos, con la más alta rigurosidad académica posible y la pertinencia que ella le exige, articulando su oferta docente, de investigación, innovación y actividades de vinculación con la colectividad, en una sinergia de la academia, el sector público, sector productivo y el sector social del país. De esta forma, la generación de conocimiento y desarrollo tecnológico responden a la necesidad de la sociedad ecuatoriana, que es el soporte económico de nuestra universidad, por ser pública, y por otro lado cumple con su misión de mejorar la calidad de vida de nuestra población. En consecuencia, se rompen las barreras de una universidad aislada de su entorno, sin responsabilidad social y se convierte en una universidad comprometida con las necesidades de desarrollo local, regional y nacional, promoviendo la generación de riqueza y la igualdad social, cultural y económica.

En otro sentido, es necesario que la universidad cuente con recursos financieros permanentes que den seguridad a los investigadores y sostenibilidad de las actividades de I+D+i, disminuyendo la dependencia de recursos públicos que dependen de muchos parámetros externos incontrolables por la Academia. Por consiguiente, la interacción dinámica Universidad-Empresa es fundamental para la generación de recursos financieros de autogestión. Es entonces necesario construir el espacio adecuado para conectar a la universidad y a la empresa, desarrollando modelos de cooperación adecuados y planes y modelos de negocio dinámicos, que permitan poner todo el potencial científico al servicio de la investigación, la innovación y el desarrollo empresarial, capitalizando, de esta forma el conocimiento.

Pretendemos que la premisa básica de nuestra universidad emprendedora sea la capacidad de transformar conocimientos en actividad económica, y que además se constituya en el prerrequisito para que la EPN se incorpore a esta relación de la cuádruple hélice para la innovación que lo constituye la universidad, empresas, gobierno y sociedad.

Las empresas buscan respuestas y propuestas conociendo que deben apostar por nuevas estrategias basadas en la innovación para generar el crecimiento deseado. Las empresas nacionales e internacionales requieren en la actualidad de la innovación como valor diferencial en su modelo de negocio. La EPN puede constituirse en una plataforma para facilitar la innovación a las empresas mediante la transferencia de tecnología. Por ello, es necesario que nuestra universidad pueda generar adecuadas estrategias de transferencia de conocimiento y tecnología.

Con este fin, se desarrollará un ecosistema de innovación y un sistema de transferencia de conocimientos y tecnología, que impliquen la instauración de una cultura de innovación y de transferencia de tecnología, modelos de negocios basados en la innovación, estrategias de transferencia de tecnologías, estudios de vigilancia tecnológica que desemboquen en la conformación de un observatorio, desarrollo de ventajas competitivas con tecnologías disruptivas, evaluación de portafolios de innovación en organizaciones, promoción de cultura emprendedora en las organizaciones, organización de talleres de formación en innovación.

La transferencia tecnológica es el mecanismo para lograr que la tecnología sea rápidamente incorporada al mercado de productos y servicios. Considerando las altas tasas de innovación tecnológica y de incremento de la competitividad, una tecnología que se demore mucho en ser incorporada al mercado corre un alto riesgo de perder rápidamente las oportunidades de penetrarlo. En un proceso de transferencia tecnológica participan varios actores. Como una manera de simplificar el proceso distinguimos tres subprocesos con tres conjuntos de actores: (1) el proceso de generar conocimiento para innovaciones en productos, servicios o procesos; a cargo de investigadores y desarrolladores; (2) el proceso de estructurar el conocimiento en tecnologías y transferirlas a otros, incluyendo los asuntos relativos a normativas y regulaciones nuevas o mejoradas, cuando sea el caso; a cargo de especialistas en gestión de la propiedad intelectual, gestión tecnológica y de negocios tecnológicos con la participación de investigadores y desarrolladores, y de ejecutivos del sector público responsables de normas y regulaciones;
(3) el proceso de usar las tecnologías transferidas para llevar al mercado productos o servicios; a cargo de empresarios y gerentes de empresas productivas.

Como resultados finales se obtendría un sistema que promueva la: innovación abierta; la transferencia de tecnología y la internacionalización.

Vigilancia Tecnológica

Paralelamente con el desarrollo del ecosistema de innovación se contará con un observatorio de vigilancia tecnológica que permitirá desarrollar un proceso permanente, organizado y selectivo de captar información del exterior y de la propia organización sobre ciencia y tecnología, y luego seleccionarla, clasificarla, analizarla, difundirla y comunicarla, para convertirla en conocimiento para tomar decisiones con menor riesgo y poder anticiparse a los cambios, desarrollando los productos tecnológicos e innovaciones que necesita el sector externo del país, de manera precisa y adecuada. La vigilancia tecnológica (VT) es una herramienta esencial en la EPN para detectar oportunidades de innovación tecnológica y nuevas ideas que faciliten una mejora de procesos, productos y servicios en nuestra institución. La VT, en su concepción moderna, requiere motores de búsqueda automatizados y herramientas de rastreo y minado de información digital.

La VT está relacionada con la inteligencia competitiva, pero son dos conceptos diferenciados. La vigilancia tiene el papel de detección y se enfoca en el seguimiento de la evolución de la tecnología y sus implicaciones, mientras que la inteligencia competitiva conecta el saber de la EPN con la acción, tomando como misión el posicionamiento estratégico de la EPN a partir de la explotación eficiente de la información.