En 151 años de funcionamiento de la Escuela Politécnica Nacional (EPN), que ha abierto sus puertas para que jóvenes estudiantes se formen personal y profesionalmente, todas las ceremonias de graduación fueron unas fiestas de abrazos y felicitaciones.

Sin embargo, este año, debido a la pandemia provocada por el COVID-19, los graduados debieron adaptarse a una forma diferente, que organizó la EPN, y que consistió en dos momentos: una ceremonia de graduación virtual, en la que fueron honrados más de 500 jóvenes, y la entrega del certificado.

Esta ceremonia, que evoca la culminación exitosa de varios años de ilusiones, anhelos, sacrificios y dedicación de los graduandos, se complementó con la captura de la fotografía oficial, quienes lucieron, elegantes y satisfechos, el tradicional atuendo de investidura. Y, recibieron de manera presencial el título original, debidamente registrado en la SENESCYT. Esta actividad contempló todas las medidas de bioseguridad establecidas universalmente.

María José Noroña, graduada de la carrera de Ingeniería Agroindustrial, originaria de la ciudad de Ambato, ingresó a la Poli en 2014, cuando tenía 18 años de edad. Ahora tiene ya 24 años nos comenta por qué escogió la carrera de agroindustria: “Siempre me gustó la Poli, siempre consideré que es una universidad de excelencia y con mis 18 añitos cumplidos quería seguir agroindustrial y no había ninguna universidad en el Ecuador que tenga la carrera disponible, solo la Poli”.

Con su título en mano y a lado de la estatua del Búho Politécnico, ubicada en los exteriores del Teatro, con énfasis comentó: “No me arrepiento; aquí me han enseñado muchísimos valores, sobre todo el valor de la humildad, de la sencillez, de no juzgar a los demás por las apariencias, por cómo lucen, sino llegar a conocer a una persona y sobretodo un valor muy importante la empatía, ponerme en el lugar del otro, un claro ejemplo es ver lo que nuestra universidad aportó al Ecuador a que no caiga durante la pandemia”.

A lo largo de los seis años que recorrió el campus José Rubén Orellana para lograr su objetivo recuerda que nunca vivió ninguna discriminación de género. Al contrario, conoció muchos amigos con los que desea volver a encontrarse para celebrar este logro, “Creo que después de la pandemia todos aprendimos a valorar cada momento, situaciones difíciles, en mi caso mi mami se enfermó muy grave y creo que eso nos enseña a vivir cada momento desde el más simple hasta el más complejo, disfrutar de cada tarea en grupo, disfrutar de cada pelea, así sea que luego nos volvemos a reconciliar y vivir cada día”.

El mensaje que deja a quienes están empezando en la institución es “…que la Poli es sinónimo de amistad, de respeto y bueno otros valores, pero sobre todo la Poli para mí es sinónimo de humanidad, ósea la calidad de profesores y la calidad de seres humanos que encontré aquí creo que son para toda la vida”.

Por otro lado, Kevin Barrera se acercó al interior del Teatro Politécnico, se colocó el birrete y posó para la foto con el título en mano, que lo acredita como Ingeniero en Petróleos. Entre risas nos comenta que ingresó a ser parte de la flota de los Búhos politécnicos en el año 2012. “Para mí la Poli significa y es como un segundo hogar, la verdad, porque la mayoría de tiempo pasaba aquí en la universidad, a veces no tenía tiempo para regresarme a mi casa, entonces se convirtió en una cálida morada para mí y así lo llevo en el corazón”.

“La Politécnica, como todos saben, siempre ha sido una de las mejores universidades del país, muy reconocida y para mí es un grato honor poderme graduar en esta institución con tanto nombre a nivel nacional e internacional”, agregó Kevin.

Kevin, quien dedica este logro a su familia, a su esposa y a su hija quienes han sabido ayudarlo y darle siempre ánimos para seguir adelante y para nunca decaer, nos deja un mensaje: “Nunca, nunca, nunca a pesar de todas las adversidades que tengan, nunca decaigan, siempre den su mayor esfuerzo porque al final van a tener esa gran recompensa que es tener su título, tener su profesión y en especial salir de esta universidad que es tan gloriosa”.

“Me llevo muchos, muchos, muchos recuerdos, sobre todo de la gran experiencia de todos los docentes que a lo largo de mi carrera he tenido, excelentes docentes, excelentes amigos, compañeros con los cuales próximamente me he de poder encontrar en el ámbito laboral, en cualquier ámbito y en realidad son muchos recuerdos que siempre van a estar presentes en toda mi vida”, finalizó.

          Kevin Barrera Graduado EPN

Así, la graduación, más allá de ser el acto serio y formal que la Escuela Politécnica Nacional prepara para celebrar el éxito académico de sus estudiantes, también es un recuerdo de todas las etapas que incluye el grupo de amigos, los encuentros, las peleas, las fiestas, los amores; es la finalización de un hito importante en un largo camino por recorrer.